Pablo Milanés, tú también tienes que pedir perdón

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Por la época en que Pablito Milanés pasó por las UMAP, más de 100.000 presos políticos cubanos estaban recluidos en las Circulares de Isla de Pinos, en los penitenciarios de Boniato, Guanahacabibes, Ahuica, Nieves Morejón, y en una docena de prisiones castristas.

Conocí a algunos de ellos en la cárcel de Ariza a principios de los años 70, cuando ya se habían acogido al «Plan de Rehabilitación», tirado el traje amarillo y aceptado el humillante uniforme azul.

¿Por qué despojaron a esos hombres y mujeres de la ropa civil? ¿Por qué los obligaron a vestir uniforme amarillo? Porque el amarillo era el color de los esbirros batistianos y ellos habían sido auténticos revolucionarios, alzados contra el régimen de Fulgencio Batista, guerrilleros del Escambray, estudiantes liberales y demócratas anticomunistas, traicionados por el castrismo.

Algunos prefirieron vivir en calzoncillos en las mazmorras de castigo, antes que lucir el infame disfraz batistiano. Entre estos últimos estaba el intelectual revolucionario Jorge Valls.

Todos y cada uno de esos hombres y mujeres pagaron por sus culpas, o más exactamente, por su única grandísima culpa colectiva: la Revolución. Le dieron nombre equivocado a su error, a su mal, y lo llamaron «castrismo», pero en realidad habían pecado de ingenuos revolucionarios,  no de castristas. Pagaron por su confusión, por su devoción a la revolución.

Cuando Pablito Milanés, en otra de sus infundiosas entrevistas para el diario La Tercera, cacarea: «Porque ellos no son revolucionarios. Ellos no, yo sí», está insultando a Jorge Valls y a los más de 100.000 revolucionarios y revolucionarias que pagaron por serlo, víctimas del fraude de la revolución.

Únicamente ellos están autorizados a decir «Ellos no, yo sí». Porque Pablito fue solo un sicofante, un esbirro de la misma dictadura que los había engañado y encarcelado.

Pablito, el autor de «Canción de la Columna Juvenil del Centenario», les debe una disculpa a los verdaderos revolucionarios, un desagravio que nunca les ha ofrecido. Pablito les debe una disculpa a los que oyeron «¡Cuba va!» por los altoparlantes de un campo de concentración al levantarse, en los momentos más tórridos de su romance con la dictadura castrista. Pablito tampoco ha pedido perdón.

Pablito no es, ni fue nunca un revolucionario, sino un alabardero. Si pretende confundirse entre los revolucionarios es para engañar a la izquierda latinoamericana, a los seguidores de estrellas de la farándula, y a algunos cubanos ingenuos que todavía le creen por ser quien es. Lo que pretende Pablito es escurrirse entre dos conceptos ambiguos, jugar cabeza.

Pero Pablito le debe una disculpa sobre todo a Chile. Le debe un desagravio a todos los chilenos que le creyeron, que lo escucharon y que lo siguieron hasta las puertas de la revolución castrista y que fueron burlados por este llorón de las UMAP.

Les debe un mea Cuba a las familias de todos los agitadores y terroristas de las organizaciones de izquierda que perdieron sus vidas en Chile defendiendo una causa en la que él había dejado de creer, o en la que quizás nunca creyó.

Finalmente le debe un desagravio a todos los seres pensantes del planeta. Porque si hubo UMAP, si hubo campos de concentración, si hubo 50.000 extravagantes recluidos, si hubo 100.000 presos políticos, dos millones de exiliados y decenas de miles de fusilados, si ha habido 60 años de dictadura militar unipersonal, se debe a la existencia de Fidel Castro.

Decir, en la misma oración, y con el mismo aliento con que se refiere a los campos de concentración cubanos: «Creo que todo el mundo sintió la muerte de Fidel y yo también la sentí», es de una desvergüenza sin paralelos.

Que le pregunte a los exiliados miamenses que festejaron a golpe de timbales la muerte del verdugo. Que le pregunte a sus antiguos compañeros de las UMAP, a sus amantes históricos, si sintieron la muerte de un demagogo homofóbico. Que se disculpe ante la comunidad LGBT por 50 años de tapujos y medias verdades.

Y por último, que pida perdón a los reguetoneros, ¡por lo menos ellos son auténticos!

  1. Manuel

    La canción de los CDR es de Eduardo Ramos, y en la grabación se oyen su voz (segunda) y la de Sara González (prima). La canción de la nueva escuela es de Silvio y también Eduardo Ramos hace la voz segunda. Por otra parte, Pablito escribió unos cuantos panfletos, of course. I don’t know how I know the things I know, but I know them. 🙂

  2. loli

    querido Néstor …
    la hoy catalana, Canción de los CDR, no es del apóstol Pablo…
    es del compañero diácono Eduardo Ramos… compositor también de inolvidable temas como
    Canción del microbrigadista
    Canción de todos (o Canción con todos)
    Desde entonces la batalla empezó

  3. Se me confunden todas estas canciones de mi juventud. Creo que no importa ni quién las escribió. Era un grupo goebbeliano fundado por Leo Brouwer para producir canciones nacional-socialistas, una comuna de ideólogos propagandistas sin identidad fija. Trataré de resolver el problema, a ver si doy con cuál es la de quién!!

  4. loli

    Pablito siempre ha sido un alardoso adulador…
    jamás lo he visto armado de alabardas (lanza o rejón)
    la taberna del alabardero es mi restaurant preferido en Madrid…

  5. Armando Chaguaceda Noriega

    Coño, Néstor…si Pablo : a) no oculta lo que defendió ayer, en sus años mozos, sino que lo asume con su carga de dolor y, digámoslo católicamente, de culpa.. b) no sigue repitiendo la trova bizca e insana -no me refiero a la musical- que otros de su generación repiten, engatusando a la progresía global y sí c) en vez de callarse la boca y gozar de sus millones, lleva años denunciando desde su elegida postura «revolucionaria» -prefiero llamarle «de izquierda» o «socialdemócrata»- …si hace todo eso, te parece que él deba pedir perdón? Por qué? Con quién saldremos de ese desastre político, moral y cultural, si somos tan puristas que solo caben los que se dieron cuenta del «error» -o se los hicieron saber, a las malas- antes de 1965?
    va un abrazo

    • Estimado Chaguaceda, Creo que la muela bizca sigue intacta. Lamentar las UMAP y la muerte del creador de las UMAP, ¿no es bizquera política? El «socialdemócrata» o «izquierdista» es ahora millonario, como bien dices, y los ricos también lloran, como ya sabes por la cultura popular azteca. No, no ha pedido perdón en un Chile democrático al que él le recomendó la dictadura. Ni a un exilio que bailó sobre la tumba de su dictador llorado. Contradicciones paulistas y trovadorescas que se traspasan a tus mismas preguntas. Abrazo de vuelta.

  6. Ernesto Oliva

    Él no niega nada de lo que dices. Y sí, participó en una revolución musical. Esos himnos panfletarios tienen el valor musical del que adolecen la Estefan o el Chirino. Celebrar la muerte de Fidel, puedo entenderlo, siempre y cuando se asuma que la muerte que celebran es la de un Hijo de Puta, si, pero que les ganó la partida. Fidel ganó. Te ganó a Ti, a mi, a la comparsa del Versalles, a Pablo, a Silvio y a todos. Asumámoslo y dejemos de estar con la listilla (cual seguros cubano) de quien hizo o no hizo. Paquito de Rivera se manifestó en la embajada del Perú, Osvaldo Rodríguez hizo himnos peores, Annia Linares dijo ser siempre internacionalista, Zoe Valdés se singaba a Tomás Borges y hacía poemas Sandinistas. Deja a Pablo tranquilo, que si ha vivido bien, ha sido gracias a los ingresos de sus composiciones. Si algo hay que reclamarle es que no haya luchado por eso mismo, para el resto de los cubanos que también lo merecían, pero en el fondo todos pensamos únicamente en nuestro bienestar. Y él, ha sido un tipo muy generoso con la carrera de varios, que hoy si están lamiendo botas, como por ejemplo, Raúl Torres, quien tardíamente le hace canciones a Fidel y a Chavez, después de pasar años siendo parte de «nuestra colonia». Saludos.

    • Estimado Oliva, en cuanto a la música, no tengo objeciones. Es gloriosa, hasta los presos de Ariza la tarareaban cuando se las sonaban por los altoparlantes, es imposible sustraerse a su encanto. ¿Y qué? Leni Riefenstahl fue una gran artista y celebró la dictadura del proletariado de Adolfo Hitler. La historia le pasó la cuenta, y jamás fue celebrada ni disculpada ni siquiera empleada. Pablo es una Leni barata. Articuló las ideas políticas del castrismo y las hizo irresistibles a toda una generación de latinoamericanos. Por menos que eso, hoy en día derriban estatuas y borran tu nombre de la historia. No pretendo borrar su nombre ni tumbar su estatua. Merece su gloria artística. Lo que exijo es que tome una postura no ambigua, y que se distancie de una vez y por todas, no de su pasado castrista, sino de la falsedad revolucionaria. Que hable de campos de concentración y reconozca que el dictador que murió en su cama de Punto Cero debió haber muerto en una prisión para genocidas. Que reconozca lo que se desprende lógicamente de su admisión acerca de los campos. Que reconozca que si aquellos fueron campos de concentración, el régimen no fue «revolucionario» sino reaccionario y dictatorial. No sé qué canciones habrás oído de Willie Chirino, pero en su género es también una gloria de Cuba. Lo mismo Estefan. Es fácil denostar a alguien o ningunearlo solo porque trabaja en Miami, y tú caes en esa comparación facilona. Pero la música de esos artistas miamenses tiene algo que le falta a la de Pablito: no fue la banda de sonido de una tiranía. Por ahí sale ganando. No fue una música que intentó borrar las voces y las historias de todos los músicos exiliados, desde Celia Cruz hasta Bebo Valdés, y que hoy pretende descalificar a los reguetoneros. Todos fuimos parte de la desgracia de ese país, pero Pablo le debe una disculpa a la nación y, precisamente, debido a su posición estelar en la farándula y el canon musical, un discurso valiente y sin dobles sentidos. En cuanto a ganar la partida, no sé a qué te refieres. Si el legado fidelista de un país en ruinas es ganar, entonces Fidel en tu escala de valores tiene que ser un triunfador. Qué pobre escala la tuya. Si haber cometido las mayores atrocidades en Latinoamérica y en África, haber creado el caos en Centroamérica, desbandado familias, militarizado la sociedad y destruido a Venezuela es tu idea de un triunfo, entonces debes haber celebrando la muerte del hijo de puta junto con Pablito. Para el resto de nosotros fue un momento de alivio, el final de una pesadilla. Por lo demás, puedo meterme con quien me parezca. Soy un ser pensante y libre, y en esta cabecita mía, tu triunfador no ganará nunca la partida. Gracias por tu comentario.

  7. Pensador

    A priory, con todo el respeto a la opinion ajena, y depende de como le haya ido en la fiesta. Pablito, el «izquierdismo» y la «socialdemocracia» Todos duermen en el mismo catre de dualidad moral de los rovolucionarios-millonarios. ¿De que se trata, de dualidad politico-religiosa, de auto-adoración o de egolatría? Que canten-hablen toda lo que quieran; para mi todo es resultado del mismo ruido y arrogancia abyecta de Sylvio y pandilla en la mejor tradición de los “demócratas” Hillarianos; y por encima de la ley y de todos, si es que existen a pesar de ellos. No me asombra ni molesta que tengan millones, fumaran tabacos de culpa, de tila, o de mierda en el paraiso prohibido o fuera, y que ahhora se gasten sus millones en fiestas de polvo orgásmico (figurativo o no, por lo que muchos otros fueron a la cárcel o aun están en ellas, inclusive sin alardear de “rovolucionarios”) La Tia Tata y sus cuentos, que se lo metan a otro. ¿Que alguien me diga que esta gente creían en algo mas allá que su propio bienestar a cualquier precio? A mi que por lo menos no me engañen ni traten de hacerlo, de comemierdas, que cojan a otros. Su doblegada dualidad y abyección, no incluye el valor, la inteligencia y conciencia necesaria para reconocer el error. De eso precisamente se trata, “de reconocer el error”. Su apego al bienestar propio y la ajena sangre de las revoluciones sobrepasa cualquier conciencia en su dialogo interior. A mi ni su real socialista poesía, ni su música panegírica, por muy oficiosa que fuere, me convencen de su llamado o reconocido “talento”; o por lo menos, así lo prefiero. Yo si he derribado a los que para mi nunca tuvieron estatuas. Y compararlos el estigma nazi de Richard Wagner, Max Plank o Werner Heisember es pueril debido a la diferencia en sus contribuciones, que tampoco la justifican. Que decir de Neruda, el Gabo y otros… No hay nada que justifique la injusticia, y Silvio siempre fue un abyecto y arrogante personaje que abiertamente despreciaba a su publico desde lo mas obscuro de su ego. Pablito siempre me parecio su lugarteniente en la oportuna mentira autoimpuesta a fuerza de conveniencia y a pesat de Yolanda. Su abyección, hizo desaparecer su poesía. Perdón, a los que lo merecen; a estos olvido e ignominia. Mi ego y mi conciencia son mías, y ni por ser un notable “cantautor” ☺ la cambio ni la vendo; además no se como hacerlo, ni como poder dormir con mi conciencia en la misma cama. No creo que por eso soy “puritano”, lo que no tengo es la cara dura de estos personajes. Si su adulación fue voluntaria, mucho que les dura, a golpe del billete que critican que otros no repartan. Si se creyeron el cuento, ¿por qué no cagan la píldora? Estos son de lo mismo y parte de ese mismo desastre total, con estos, nos hundiríamos mas en la perdida; porque ya lo destruyeron todo… Si por lo menos dijeran algo nuevo o mejor; ¿pero aferrarse al fracaso, a la posición de la mentira rovolu-socialista? Errar es de humanos; pero si mi arrogancia no me deja reconocerlo, merezco el olvido; el mío ya lo tienen. A quien creen que engañan?

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